Descanse en Paz el P. Pedro
En la noche del 1 de julio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús ha fallecido Fr. Pedro de Fátima Martínez Sastre, ofm. Fue Ministro Provincial de la Provincia de Cartagena, profesor de Derecho Canónico desde los 26 años hasta este año en el que se despedía de sus alumnos, durante 15 años Secretario General del Instituto Teológico de Murcia, Juez del Tribunal eclesiástico de la Diócesis de Cartagena a lo largo de 30 años. Toda una vida dedicada al ejercicio del Derecho Canónico desde la docencia y la judicatura siempre desde la impronta franciscana.
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Falleció en el convento de La Merced, Murcia el día 1 de julio de 2011, a los 83 años de edad, 67 de vida religiosa y 60 de sacerdocio.
Hijo de Pedro y Mª Teresa, nació en Murcia, el 16 de noviembre de 1928.
Su primer destino fue Madrid en 1951, San Francisco el Grande, de allí en marcha a Roma a estudiar la licenciatura en Derecho Canónico. Desde el año 1953 hasta su muerte ha sido profesor de Derecho Canónico.
En 1964 es destinado a Murcia como Secretario Provincial y en 1967 es elegido Ministro Provincial.
Entre las tareas que realizó durante su provincialato cabe destacar la Fundación de piso de estudiantes de Madrid para la formación de los jóvenes franciscanos, Fundo el Centro Mater Ecclesiae para la formación de religiosas. Fue uno de los fundadores de la pequeña fraternidad de Villalba. Compró la casa donde ahora tiene su sede el ITM. Confeccionó los Estatutos Provinciales. Abre los estudios en universidades civiles a los hermanos de la Provincia. Fue consiliario de la HOAC durante 7 años. Asesor religioso de radio Murcia durante 23 años.
Se preocupó con un acervado interés de la Vida Consagrada femenina les ayudó y acompañó en su formación espiritual y teológica, en la creación de las primeras federaciones de monjas de vida contemplativa, acompañó a nuevas congregaciones murcianas a lugares de misión y destacó hasta sus últimos días en la realización de multitud de publicaciones y grabaciones de conferencias y cursos para la formación de religiosas y monjas de clausura.
Su última gran obra fue iniciar el proceso de beatificación de su padre, martir de la persecución religiosa sufrida en España en el año 1936.
Dedicó toda su vida a la enseñanza del Derecho Canónico destacando en sus enseñanzas que la máxima expresión de la ley de Dios es la búsqueda de la salvación de las almas, mostrando en su misión docente su vocación franciscana.
Descanse en paz.
